👋🏻 Hey folks
Frenetismo, velocidad, todo al momento, todo para ya. Sabemos y sufrimos en nuestras propias carnes que esta es la tendencia de la sociedad, pero hay cuestiones que no pueden subirse a la ola de la inmediatez y además, no deben. La comunicación entre las personas es una de ellas.
Lo sabemos, a veces también parece que nos hemos adaptado a comunicarnos todo lo rápido y conciso que nos permite un audio de WhatsApp a velocidad x2. Pero la realidad es que para hacerlo con calidad necesitamos tiempo y espacio para exponer, escuchar y reflexionar.
Así que en la newsletter de hoy damos dicho espacio para hablar de comunicación (y sí, también un poquito de IA 😉).
No lo des por hecho
por Andrés F. Calderón
“Ah, es que yo pensaba…”, “Vaya, yo creía que…”, “¿No te encargabas tú?”
¿Cuántas veces escucháis esas frases? Yo, últimamente, demasiado. Aprovecho este pequeño espacio privilegiado que se me ha otorgado para desahogarme hablaros de un problema que me preocupa y percibo que va en aumento.
A pesar de ser un comunicador audiovisual arrepentido (sí, soy uno de los del 64%), jamás pensé que iba a darle tanta importancia al tema de la comunicación.
No os traigo ninguna novedad si os digo que, hoy en día, vamos rápido. Muy rápido. Demasiado rápido. Recibimos el impacto de miles de estímulos al día (en 2020 Neuromedia decía que 6mil), tenemos acceso a la información más rápido que nunca, sin embargo, tengo la sensación que nos comunicamos menos que nunca.
Últimamente, me encuentro con muchas situaciones en diferentes ámbitos, tanto en lo personal, como en lo profesional, en las que observo que aparecen problemas darlohechistas que se podrían haber evitado si hubiera existido, previamente, una correcta comunicación. Malentendidos innecesarios y absurdos provocados, simplemente, porque no se ha hablado previamente o no se ha comunicado de forma correcta. Párate un segundo a pensar, estoy seguro que te has visto en alguna situación recientemente.
Puedo empezar a dar ejemplos, desde como aquella bola del partido de pádel de anoche que fue al centro y ni mi compañero, ni yo, fuimos a por ella porque ambos dimos por hecho que era responsabilidad del otro. Hasta aquella feature muy específica que diseñamos e implementamos rápidamente para un cliente y que, cuando lo probó, nos felicitó emocionado. Más nos emocionamos nosotros cuando le pasamos la factura y el cliente dijo que “gracias, pero no”. El cliente dió por hecho que esa funcionalidad mejoraba el producto y no tenía por qué pagarla 🥳
Ay, clientes… ¡Qué os voy a contar!
Bueno, no me enrollo más, que debo dar ejemplo y cumplir con la primera recomendación que he enumerado. Os comparto algunos tips que llevo un tiempo intentando aplicar para mejorar mi comunicación. A priori, pueden parecer fáciles y evidentes, pero os aseguro que muchas de las situaciones de confusión que me encuentro cada día, están provocadas por la falta de alguno de ellos:
Breve y directo. No andarse con rodeos. Cada vez atendemos menos, cuanto más claro y directo sea tu mensaje, mejor.
Conoce tu audiencia. Adapta tu mensaje. No le hables a tu amigo abogado de las bondades del Autolayout del Figma.
Empatía. Escucha y esfuérzate por entender al receptor.
Pregunta. Y vuelve a preguntar. Si algo no te ha quedado del todo claro, no lo dejes en el tintero.
Sobrecomunica. Mejor quedar de pesad@ y comunicar las veces que sean necesarias, que suponer/asumir que todo se ha entendido.
¿Te gustaría participar con una publicación en la newsletter?
Escríbenos a cualquiera de los administradores de la comunidad de Telegram y nos pondremos en contacto contigo. Si aún no estás dentro puedes apuntarte a la waiting list.
Franqueza radical
A raíz de la reflexión de Andrés aprovechamos para recomendar Radical Candor, un libro de referencia que siempre acaba mencionándose en el estudio. Su autora, Kim Scott, nos da las claves para comunicarnos en el trabajo de forma clara, directa y sincera, pero sin perder la empatía y la amabilidad.
Y si quieres hacerte una idea de qué vas a encontrar en este libro, el mes pasado Danny Saltarén explicó en Cartas al fundador cómo llevar a cabo esta franqueza radical. 13 minutos de audio perfectos para parar a tomarte un café.
Regenerative futures
La IA nos está permitiendo visualizar mundos y conceptos más allá de lo que creíamos posible. ¿Qué pasaría si aplicamos estas herramientas a intentar mejorar nuestros futuros hogares y ciudades? Esto es lo que propone Space10 en forma de concurso. Nos invitan a imaginar esos futuros barrios y comunidades desde una perspectiva sostenible valiéndonos de la IA para abordar algunos de los mayores desafíos de la vida cotidiana. Un gran reto que esperamos os entusiasme tanto como a nosotras <3
✨ Weekly inspiration
No te pierdas nuestras recomendaciones semanales en Twitter o Instagram.