👋🏻 Hey folks
Trabajo en remoto, trabajo en equipo, cultura de empresa… Cada x tiempo, más bien cada poco, estos temas aparecen en nuestras conversaciones, ya sea en la máquina de café (para los que están en la oficina), en una videollamada (para la mayoría) o incluso en sesiones de equipo agendadas precisamente para revisar y pensar sobre estas cuestiones.
Pero hoy nuestra compañera Marta nos trae un enfoque diferente con una analogía de lo más singular. Nos hace un repaso por las principales hormonas involucradas en las relaciones con los demás (the good ones) y en la mejor forma para activarlas.
Así que te invitamos a hacer scroll para recordar a estas protagonistas imprescindibles de nuestro sistema endocrino.
Circulus virtuoso, hormonas y trabajo en remoto
por Marta Hontangas
Decía Jim Rohn que somos el promedio de las 5 personas con las que más nos relacionamos. ¿Seremos en el trabajo el promedio de los 5 compañero/as que tratamos con asiduidad? Probablemente sí.
Aún consciente de la alusión constante al tema sobre el que invito hoy a la reflexión (la importancia de formar parte de un equipo sano) he considerado relevante analizarlo desde una perspectiva no tan resonada y de base un tanto científica. Pongámosle un título a esto:
Circulus virtuoso y sistema endocrino (sí, ese de las hormonas).
Quizás es más relevante de lo que a priori pueda parecer el arrojar luz sobre el por qué de la relación simbiótica entre estos términos. Vamos allá:
Fue la escuela fundada por Zenón de Citio la primera en “patentar” dos palabras que hacían alusión al hecho de que si el círculo de personas de las que un individuo se rodea es sano, esto jugará un papel determinante en la infinita carrera hacia una mejor versión de sí mismo. Circulus virtuoso lo llamaron.
Al igual que en la vida, en el trabajo necesitamos generar ese circulus virtuoso o, de lo contrario, marchitaremos.
Y es que si todos los miembros de un equipo hackean su sistema endocrino de determinada manera, consolidarán la perdurabilidad de ese deseado círculo. Y al revés: consolidar el círculo asegurará el mantenimiento del sistema endocrino optimizado a nivel grupal.
Un loop infinito vaya.
Es por esto que hablaremos a continuación de algunas de las hormonas protagonistas de esta relación simbiótica y sus aplicaciones directas a la cultura del trabajo remoto para mantener vivo nuestro círculo virtuoso.
O simplemente, para crearlo.
La dopamina u hormona de la motivación (entre otras cosas). Nos mueve a la acción, a cumplir objetivos que nos reporten recompensa.
Oxitocina o fábrica de empatía. Un impulsor de la confianza y la sensación de intimidad con la otredad.
Serotonina. Nos permite mantener un estado de ánimo equilibrado y controlar nuestras emociones ante situaciones adversas. El exceso de cortisol lleva al estrés y a disminuir los niveles de serotonina.
Y entonces, ¿cuáles son esas aplicaciones directas que sostienen el círculo virtuoso en el trabajo en remoto? Aquí algunas de ellas:
— Activad la dopamina agradeciendo conscientemente.
No con un simple “gracias”. No solo cuando acaba un proyecto o tarea grande. No de manera automática. Si alguien lleva tiempo implicado con algo que a ti te atañe, genera una pausa, un espacio dedicado a ese agradecimiento. Dadle la importancia que se merece a dar las gracias.
A veces lo decimos a través de un chat o al colgar una videollamada. Pero ¿y si probamos a de vez en cuando agendar un Meets para expresar ese agradecimiento por los últimos meses/semanas con algo en concreto?
— Más dopamina: dividid tareas en subtareas e impulsad al equipo a que haga lo mismo.
Esto hará fácil que se completen tareas más a menudo y nuestra hormona de la recompensa y motivación obtendrá más presencia.
Si esto lo hacéis todos los miembros de un equipo, la liberación de dopamina estará optimizada para afrontar casi cualquier reto individual y conjunto.
— Bien de oxitocina si generáis espacios de intimidad. Agendad reuniones con asiduidad para hablar de la vida. Generad espacios virtuales dónde poder contar que tienes una tortuga, que tu madre es artista o que te flipa tal o cual grupo. ¿Es forzado porque aún no hay confianza? proponed juegos que impliquen conocer un poco más a los miembros del círculo virtuoso.
— Impulsad la serotonina a nivel grupal preocupándoos por dividir el trabajo de manera homogénea. Si viene un pico de trabajo ¿nos paramos a preguntar a nuestro equipo cuántas horas están echando? el remoto es un arma de doble filo según qué situaciones, por ejemplo para conocer la implicación a nivel de tiempo de nuestros compañeros. Preguntad con frecuencia cómo va de carga el resto e insistid en repartir las tareas si sabéis que no está compensado.
En definitiva: las soluciones a un gran porcentaje de nuestros problemas e incomodidades (dentro y fuera del trabajo) suelen encontrar respuesta en lo fisiológico. Así que, cuidad el sistema y vuestro equipo de trabajo será uno de esos “lugares” en los que siempre querréis estar.
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Para deleitarnos
Hoy nos apetece traer inspiración de mucho nivel a nuestro número #20 de Jueves y es que cada vez que entramos en la web de Teenage Engineering nos brillan los ojos.
El diseño de su tienda online, que destaca por su limpieza y singularidad, permite resaltar unos productos que relucen por sí solos e inevitablemente nos recuerdan a nuestro querido Dieter Rams.
Por eso no nos extrañó cuando se comentó por la comunidad que sus fundadores están involucrados en Nothing.
Innovación y diseño al máximo exponente.
Alma Siedhoff-Buscher
Y un poco como contrapunto a estos diseños más actuales y tecnológicos queremos recordar una escuela que destacó sobre todo por la priorización de la función sobre la forma.
Alma, una de las alumnas de la Bauhaus, entendió como nadie la importancia de saber para quién estaba diseñando. Creó productos funcionales pensados y diseñados para los más pequeños valiéndose de formas básicas y colores primarios.
Se centraba en los principios pedagógicos para hacer un diseño súper honesto dirigido a niñas y niños. Además de juguetes que son pura fantasía, también diseñó muebles infantiles compuestos por piezas modulares que recordaban a un juego para que los niños pudiesen interactuar con ellos.
Os invitamos a bitchear un poco por su obra porque la verdad es que no tiene desperdicio 💖
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