👋🏻 Hey folks
Esta semana Xabier Iglesias nos brinda sus reflexiones sobre la ola (o tsunami) de los avances tecnológicos que estamos viviendo y curiosamente el canal de Inteligencia Artificial de la comunidad no ha parado. Creación de bots, consejos sobre prompts, cursos para aprender de IA… Y en contraposición a todos estos avances, noticias que nos hacen cuestionarnos cómo de presentes deberían estar las pantallas en los colegios. Parece que el crecimiento tecnológico, en ocasiones, refuerza la resistencia de lo analógico.
¿Tiene sentido todo el trabajo que desempeñamos en el espacio digital?
por Xabier Iglesias, fundador de Non Fungible Trends y Mementum Tech Entertaiment
Me suele pasar que cuando participo en un debate o una entrevista y expongo mi visión sobre Internet me dejo llevar por la pasión y hablo de Web 1, 2 y 3, de Jardines Digitales, de los diferentes paradigmas que han “urbanizado” Internet desde hace ya unas décadas, de las libertades de los usuarios de la Red…
Y luego desconecto, me voy a dar una largo y relajado paseo con mi perro y pienso si realmente tiene sentido volcarse tanto con lo “digital”. En esos momentos “físicos” suelo conectar con la naturaleza, con mis propios sentidos, con las personas… y recuerdo a Thoreau en su cabaña en el bosque de Walden, y esa lucidez de sus textos motivados por una vida sencilla, pero profunda y compleja a la vez; humana.
Sin embargo, mi día a día son las redes sociales, las páginas web, las emisiones en streaming, los NFTs, la web 3, la Inteligencia Artificial Generativa… todo lo que suponga estar en la cresta de la ola, surfeando la última tendencia o innovación.
La importancia del ecosistema digital
No nos engañemos, Internet y lo que pasa en Internet es MUY IMPORTANTE. Como seres humanos tenemos una necesidad natural de comunicarnos, de establecer relaciones. La Red no es solamente una economía de dimensiones extraordinarias, un canal integral de negocios, es una tecnología, una herramienta, que nos permite comunicarnos, y esto es realmente importante.
Recuerdo esos primeros contactos con Internet. Ese modem de 56k que bloqueaba la línea telefónica. IRC, los portales informativos, Frontpage y las primeras webs propias, los foros, los chats, el messenger, las redes sociales, Google, las criptomonedas, los NFTs, las IAs…
Y con ello, todas las relaciones derivadas, amigos digitales, amigos IRL. Siempre ha habido personas detrás de tanta data.
La soberanía en la red
Frente a la importancia del ecosistema digital la no soberanía digital de los usuarios. Sí, a medida que hemos podido disfrutar de más funcionalidades hemos ido entregando nuestra libertad como usuarios a grandes compañías.
Les hemos dejado que nos urbanicen la red, les hemos entregado en bandeja nuestra libertad digital, y a cambio de qué ¿? de un puñado de migajas de ego.
Es triste reconocerlo, pero Internet no es nada si los usuarios que lo navegan, y lo hacemos por el contenido, y ese contenido en gran medida lo producimos los usuarios de manera gratuita. Hacemos uso de todo sin pagarlo ya que el producto somos nosotros mismos, o lo que producimos.
Descentralización, web 3 e inteligencias artificiales
Web 3 y la descentralización es la primera oportunidad que hemos tenido los usuarios de luchar por nuestra soberanía digital. En realidad no deja de ser un gran espejismo, ya que la gran mayoría de “productos” web 3 en realidad no son descentralizados. NFTs que se comercializan en redes sociales centralizadas como Twitter cuya comunicación con sus comunidades se hace a través de herramientas centralizadas como Discord.
La última gran ola que se ha levantado en Internet ha sido la de la IA Generativa. La “democratización” de la creatividad, de la generación de contenido y un largo blablabla…pero a su vez, una mayor centralización de la Red, una mayor concentración de poder en unas poquísimas compañías.
¿Y todo esto para qué?
Ya ves que he empezado contándote cómo la pasión me lleva a la hora de hablar de todo esto, y lo he vuelto a hacer. Y del mismo modo me lleva a plantearme si realmente tiene tanta importancia como la que le llegamos a dar.
Por mi parte yo lo tengo muy claro, seguiré surfeando la ola de la innovación digital pero sin perder mi objetivo, que no es otro que retirarme a una cabaña en un bosque, sin conexión, alejado del mundo virtual y disfrutando del mundo real.
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Los libros, el nuevo punk
El último párrafo del post de Xabier nos viene perfecto como preámbulo de esta noticia que se compartió por la comunidad: Las escuelas suecas vuelven a los libros, quitándole protagonismo a ordenadores y tablets. Un tema que nos recordó a esos gurús tecnológicos de Silicon Valley que crían a sus hijos alejados de las pantallas.
Y al hilo de este melón, en EEUU se ha publicado un informe sobre “Redes sociales y salud mental juvenil” que alerta de los riesgos del uso desmedido que hacen los niños y adolescentes de estos productos.
Actualmente, la relación que los jóvenes tengan con internet es únicamente responsabilidad de sus padres, por lo que no es de extrañar que, como indica Jordi Pérez Colomé en su newsletter, “casi un 70% de padres dice que su labor es hoy más difícil que hace 20 años. La tecnología y las redes son las dos razones más citadas”.
Amber Case
Y si alguien es consciente de la importancia de que la tecnología esté al servicio de las personas y no al revés es Amber Case, una antropóloga y diseñadora UX que hace 8 años ya anticipaba la gran necesidad de un diseño y uso responsable de los productos tecnológicos con su libro titulado Calm Technology.
Su divulgación se basa en recalcar que dicha tecnología debería requerir el menor tiempo de atención posible, justo lo contrario que nos sucede normalmente, donde las RRSS, entre otros productos, nos atrapan de forma casi hipnótica y nos hacen perder más tiempo del que querríamos, un bien que cada vez escasea más.
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