👋🏻 Hey folks
El deporte nos puede enseñar mucho más de lo que nos podríamos imaginar, y en especial el trabajo en equipo que casi siempre implica. Enseñanzas que podemos llevarnos a todos los aspectos de nuestra vida y cómo no, a nuestro trabajo.
Hoy hablamos de alpinismo y diseño gracias a nuestro compañero Diego y también de fútbol femenino, en homenaje al mundial que comenzó la semana pasada, en concreto de un proyecto de ilustración muy especial.
Y siguiendo el hilo del diseño gráfico te traemos a una de las pocas o única moza que ha seguido su carrera gráfica al salir de la Bauhaus ya que la mayoría quedaban relegadas al textil. Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotras y que despidáis julio bonito 🌞
Montañas, expediciones y compañerismo
por Diego Sintas
Shisha Pangma, Gasherbrum II, Broad Peak, Gasherbrum I, Annapurna, Nanga Parbat, Manaslu, Dhaulagiri, Cho Oyu, Makalu, Lhotse, Kanchenjunga, K2, Everest.
Seguro que has oido hablar de ‘los techos del mundo’, las 14 montañas que superan los 8.000 metros de altitud y que conforman las ascensiones más ambiciosas -y mortales- del alpinismo. Todas ellas se encuentran en las cordilleras del Himalaya y del Karakórum, y cualquier expedición que pretenda escalar montañas de tal envergadura requiere del trabajo coordinado de un equipo sin fisuras. Sin un buen equipo humano será impensable alcanzar la cima, pero mucho más importante que eso, sin fraternidad puede que más de un alpinista no regrese con vida al campo base.
La naturaleza es una fuente de aprendizaje enorme. El montañismo en todas sus formas lleva intrínsecos valores con los que me siento muy identificado e intento llevar a la práctica en mi día a día profesional. En la montaña la solidaridad, la empatía o el compañerismo están muy por encima del reto, la marca o incluso el resultado.
Con cada proyecto de diseño iniciamos una nueva expedición. Reunimos un squad multidisciplinar: diseñadores que actúan como sherpas, porteadores, escaladores y guías de montaña. Viajamos hasta el punto de partida, montamos el campo base y trazamos un plan estratégico. Nos aclimatamos, estudiamos bien las vías y preparamos los campamentos de altura. Hasta aquí todo bien, estamos sometidos a un riesgo relativamente bajo.
Comenzamos la ascensión, los deadlines. Aumenta la tensión, aumenta el riesgo. ¿Y si las condiciones se vuelven adversas? ¿Qué sucede si cambia la meteorología repentinamente en mitad del proyecto? Aquí viene lo difícil. Turnarnos para abrir huella en la nieve, dividir esfuerzos, apoyarnos, motivarnos, mantenernos unidos, intentar no sucumbir a los intereses individuales. Saber trabajar en equipo no solo multiplica las posibilidades de éxito, sino que además hace que nuestras jornadas laborales sean mucho más sanas y agradables. Al fin y al cabo de eso se trata, ¿no?
No tendría sentido que tres alpinistas experimentados atacasen la cima de forma individual cada uno por su lado, al igual que no tiene sentido que los diferentes perfiles que forman un squad no estén alineados, compartan toda la información y exista consenso. A mi parecer el diseño tiene mucho de alpinismo. De hecho, en ambas disciplinas los retos cada vez son mayores. Ya no basta con escalar los 14 ochomiles en temporada, ahora también queremos escalarlos en invierno. Y sin oxígeno. Y sin cuerda fija. Y en estilo Alpino.
Así que contra el mal de altura en diseño, fortalecer el trabajo en equipo. Crear relaciones de confianza, espacios de trabajo seguros y mantener a raya la autoexigencia. Y por qué no pedir (y dar) amistad y buen rollo al resto de personas que nos rodean en el entorno laboral. Básicamente priorizar ser buenas personas antes que ser buenos diseñadores y diseñadoras. Esa es para mí la verdadera cumbre.
“El ser humano no es el animal más fuerte, ni el más rápido, ni el que mejor tolera las condiciones adversas, pero sí el más capaz para trabajar en equipo”
¡Nos vemos en la cima! ⛰️
¿Te gustaría participar con una publicación en la newsletter?
Escríbenos a cualquiera de los administradores de la comunidad de Telegram y nos pondremos en contacto contigo. Si aún no estás dentro puedes apuntarte a la waiting list.
Jugar hacia delante
A raíz del mundial de fútbol femenino que se está celebrando ahora en Australia y Nueva Zelanda, la directora creativa de la agencia inglesa LOVE, Eve Warren, ha creado el proyecto Forward Play! que busca motivar e inspirar a las niñas que quieran jugar al fútbol proporcionándoles lo que a muchas les ha faltado, referentes. Ayudándose de la colaboración y el brillante trabajo de 30 ilustradores, ha creado una preciosa colección de ilustraciones para representar a grandes jugadoras del fútbol femenino.
Una colección que nos recuerda a los míticos cromos con los que se trapicheaba en el recreo y también a esos preciosos posters del Ayuntamiento de Madrid bajo la dirección de Nacho Padilla, ya que también te los puedes descargar, imprimirlos y colgarlos para inspirarte con estas leyendas del fútbol.
Söre Popitz
Irmgard Sörensen-Popitz (1896 - 1993), conocida como Söre Popitz, fue una diseñadora gráfica alemana que estudió en la Bauhaus.
Popitz se graduó por primera vez como ilustradora gráfica en su ciudad natal de Kiel. En 1917, se matriculó en la Academia de Bellas Artes de Leipzig, donde asistió a cursos de diseño de libros, tipografía y gráficos publicitarios. Unos años más tarde, se matriculó en el curso preliminar de la Bauhaus, obligatorio para todos los nuevos alumnos pero estuvo tan sólo un semestre en la escuela. Allí recibió clases de diseño impartidas por Moholy-Nagy, Wassily Kandisnky y Josef Albers que tendrían gran influencia en sus trabajos. Después la dejó para comenzar su vida profesional.
Los años posteriores a 1933 llevaron a Söre a un período de emigración interior. Continuó trabajando como diseñadora gráfica publicitaria para Verlag Otto Beyer y también pintó para ella misma, produciendo numerosas pinturas de flores.
Es considerada la única mujer conocida que ha seguido una carrera en diseño gráfico después de estudiar en la Bauhaus. Esto se asocia muchas veces a su temprana salida de la escuela; mientras que la Bauhaus Weimar había comenzado a aceptar mujeres diseñadoras, con frecuencia se alentaba a las mujeres a dedicarse al tejido y al diseño textil en lugar de los campos dominados por los hombres de la arquitectura y las artes gráficas. Por desgracia la mayoría de sus trabajos de esa época y los producidos para Otto Beyer fueron destruidos en el bombardeo de Leipzig durante la II GM.
✨ Weekly inspiration
No te pierdas nuestras recomendaciones semanales en Twitter o Instagram.