👋🏻 Hey folks
Septiembre, mes de la vuelta al cole, de los coleccionables, del catálogo de IKEA que ya no reparten impreso y de volver a mandar esta newsletter que tanto nos gusta escribir.
Y aunque volvemos a la carga con la energía que una espera después de las vacaciones, hoy te traemos un artículo de nuestro compañero Jacobo que nos invita a la pausa, a parar, a sentarte y a escuchar. En este caso escuchar música, y no hacer nada más.
El arte de la escucha
por Jacobo García López de Araujo
¿Cuando fue la última vez que escuchaste una canción entera dedicando todo tu foco a la escucha?
La manera en la que nos relacionamos con la música ha cambiado radicalmente en los últimos 100 años, antes de la invención del fonógrafo la única manera de escuchar música era en directo, durante muchos años el disco grabado fue la forma más relevantes de escuchar música, la gente se reunía en casas para ponerlos y escucharlos, también bailar y socializar. Las personas adineradas encargaban espacios específicos y diseñados para la escucha.
Por supuesto, nos relacionamos con la música en directo, un disco no es más que una versión reducida – ¿reducida? – de lo que podemos sentir en un concierto, el poder de la música para generarnos emociones en su mayor potencialidad. Durante muchos años, las personas asistían a conciertos para conectar con la música, con los músicos que allí tocaban y con otras personas, los conciertos dieron paso a los festivales, una forma de relacionarnos con la música menos exigente, más personalizada, centrada en lo experiencial y lo social.
Cuando la música se hizo digital, empezamos relacionarnos con la música a través de las plataformas de streaming y todo cambió. Las plataformas decidieron ponérnoslo más fácil aún, evitarnos el maravilloso viaje del descubrimiento y sustituirlo por algoritmos de recomendación, crearon playlists para que escuchemos música según la ocasión o nuestro mood, pasamos de relacionarnos con la música de manera activa a hacerlo de forma pasiva.
Este texto no es un alegato en contra de los festivales o las plataformas de streaming, poder escuchar cualquier canción en cualquier instante es un regalo para los que amamos la música, pero también, esa inmensidad puede hacernos sentir perdidos, la mayoría de las personas no aprovechan este regalo. Lo que sí que pretende este texto es hacer una llamada, a la escucha consciente, a la escucha activa, a recuperar el proceso de descubrimiento, a dejarse aconsejar por amigos, periodistas y melómanos, indagar, navegar y descubrir siguiendo la curiosidad y la intuición trae sorpresas inesperadas. Enciende una vela, apaga la luz, pon tu disco favorito y escúchalo entero, sin hacer nada más.
Lo aquí propuesto nos permite reconectar con la música, su historia y quién sabe si también, su futuro.
¿Te gustaría participar con una publicación en la newsletter?
Escríbenos a cualquiera de los administradores de la comunidad de Telegram y nos pondremos en contacto contigo. Si aún no estás dentro puedes apuntarte a la waiting list.
10 años de SPACE10
Hace más de un mes hablábamos de Carla Cammilla Hjort, la fundadora de un estudio que nos ha inspirado constantemente y que para nuestro pesar cerró sus puertas el pasado 31 de agosto.
Con sede en Copenhagen, SPACE10 nació de IKEA con el propósito de crear un laboratorio de experimentación en el que durante casi una década exploró formas en las que el diseño puede ayudar a resolver problemas ambientales y sociales que cada vez son más urgentes.
Su legado ha sido muy importante en el mundo del diseño y la experimentación, siendo reconocida como una de las empresas de diseño más innovadoras del mundo. Sus trabajos han sido expuestos en el Museo del Diseño de Londres, la Bienal de Arquitectura de Shenzhen, la sede de ONU-Hábitat en Nairobi y el Smithsonian en Washington DC.
En un comunicado publicado el mes pasado explicaban que SPACE10 se concibió para ser temporal, con el propósito de generar una cultura de innovación más sólida en IKEA y se van orgullosos de ver que las múltiples iniciativas en las que trabajaron están floreciendo.
Os dejamos por aquí un repositorio de recursos que han publicado en su web para inspirarnos mientras consolamos nuestras penas por el fin de este referente de la innovación.
Lina Bo Bardi
Nacida en Italia en 1917, Lina Bo Bardi se mudó a Brasil con su esposo en 1946 (algunos dicen que por capricho, otros dicen que sus inclinaciones comunistas estaban causando problemas en el ambiente político italiano de posguerra). Había sido una arquitecta y pensadora modernista establecida en Italia pero cuando se mudó, adaptó su obra a la lengua vernácula brasileña: aunque todavía trabajaba con materiales modernistas como el acero, vidrio y hormigón, también introdujo materiales tradicionales brasileños como el barro y la paja.
Lina Bo Bardi fue la responsable de algunos de los edificios más llamativos de su ciudad natal de adopción, São Paulo, Brasil. Está MASP, una galería de arte de vidrio levantada sobre pilares rojos para formar una plaza pública debajo; el SESC Pompéia, una antigua fábrica que ella convirtió en un centro comunitario de hormigón que se eleva hacia el cielo; y su propia casa, Glass House, un edificio casi transparente que parece flotar sobre pilotes en la selva tropical.
Creía en el potencial de la arquitectura para mejorar la vida, fomentar la comunidad y trabajó en estrecha colaboración con las personas que utilizarían sus edificios, la mayoría de las veces la gente de São Paulo. Bo Bardi hablaba de un espacio para ser construido por el habitar de las personas, un espacio inacabado que sería completado por el uso popular y cotidiano.
✨ Weekly inspiration
No te pierdas nuestras recomendaciones semanales en Twitter o Instagram.