👋🏻 Hey folks
Hay lugares que solo sirven para estar, y hay otros que se convierten en parte de lo que somos. Esta semana hablamos de esos espacios: los que habitamos, los que soñamos, los que nos construyen casi sin darnos cuenta. Nuestra compañera Pupe nos abre la puerta a su casa— y a su cabeza—para hablarnos de mudanzas, obsesiones y fantasías arquitectónicas.
Además, tenemos nuevo episodio de Radio Button, donde charlamos con Marta Lapeña sobre cómo el entorno puede ser un punto de partida para crear arte, memoria y relato.
Pasa, estás en casa ✨
Habitar los espacios
por Pupe Marín
Llevo trabajando en casa desde 2020. Desde entonces me he mudado 3 veces, y a lo largo de mi vida unas 9. No se si son muchas o pocas, supongo que depende de con quién lo compares. Pero sin duda estos 5 años han sido un cambio radical en el pensamiento de lo que debe ser para mí habitar una casa. Más que nada porque los años anteriores pasaba fuera el 80% del tiempo y usaba la casa para descansar y poco más. Y ahora se ha invertido el porcentaje. Recuerdo mi último año de universidad, compartía piso y mi espacio personal era una habitación en el centro de Madrid en la que si abrías el armario chocaba con la cama y la única ventana que había, daba a un patio interior con vistas al ascensor. Actualmente me dan escalofríos tan solo de pensarlo pero ese año fui muy feliz allí.
Leyendo el libro “Una casa propia” de Deborah Levy (recomendación de Paula Montoto 💓) me di cuenta de que compartía su obsesión por tener la casa de mis sueños. En el libro, ella fantasea con una casa cerca de algún sitio donde pueda nadar y que esté situada en el campo. Propone la idea de que estamos aferrados a nuestras casas y que son una extensión más de nuestra personalidad. Y es, totalmente cierto, las llenamos con cosas que nos gustan y en cierto modo, nos definen. Personalmente, vivo con las alertas de Idealista puestas y miro casas todos los días de mi vida. Fantaseo con tirar paredes, hacer baños nuevos, cocinas y tengo tableros de Pinterest con decoración, muebles o posters. Ya me pasaba de pequeña, cuando jugaba a los sims pasaba horas y horas creando casas gigantescas. Evidentemente, hacía el truco del dinero infinito para poder gastar todo el dinero en hacerme una mansión gigante con habitaciones absurdas, y los personajes y las historias de ellos casi que eran una misión secundaria. Así que sí, estoy un poco obsesionada con el espacio en el que habito.
Todo esto me lleva a los numerosos estudios que dicen que una mudanza es uno de los eventos más traumáticos y estresantes que puede pasar una persona a lo largo de su vida. Y es cierto, compartimos mucho tiempo con nuestras casas, y decir adiós a cualquiera de ellas es como despojarte de un millón de recuerdos y de momentos que has vivido allí. Es despedirse de una parte de nosotros, meter todo lo que hemos acumulado en cajas, darte cuenta de cómo has podido almacenar tantísimos objetos (muchos de ellos absurdos que nunca jamás usaste) y volver a empezar de nuevo. El sentimiento de sentirte ajeno al nuevo espacio al que llegas y añorar el anterior, el no saber dónde están los enchufes o los interruptores. He llorado muchísimo despidiéndome de casas y es una sensación que por mucho que pasen los años, creo que perdurará en cada mudanza. De hecho, uno de mis sueños más recurrentes es que me mudo, a veces son pesadillas y voy a sitios peores y otras voy a sitios mucho mejores. Supongo que cualquier persona que interprete los sueños podría decir que es una metáfora sobre nuevos comienzos pero yo sinceramente creo que no, que me fascinan las casas.
Para finalizar con esta reflexión sobre los espacios y nombrando una vez más a Deborah Levy, quería proyectar cómo sería para mí, el espacio de trabajo de mis sueños. Levy, escribe en sitios pequeños separados de su casa, alquilados (típico anexo de casas grandes que suelen usarse como trasteros) a los que llama cobertizos. Los llena de plantas y comenta que le hace sentir como en un lugar salvaje. Comparto esta idea romántica de lo salvaje, y sin duda creo que mi oficina ideal sería un cubículo de cristal (climatizado evidentemente) en medio de un montón de vegetación. Me gustó la idea después de ver un meme con una silla y un ordenador en medio de un campo super frondoso, pero ya puestos a fantasear le añado el cristal por comodidades obvias. Además, como ahora existe la IA, he podido recrearlo (y he podido ilusionarme con salones con muebles tipo space age súper coloridos, camas en espacios subterráneos con vistas al mar y miles de espacios que en la vida real no serían factibles) ¿a quién no le va a gustar?
Nuevo Radio Button: Convivir con el medio
Esta vez charlamos con Marta Lapeña (@mart_lap_), artista plástica y muralista soriana. Hablamos de su mirada sobre el arte, del entorno como punto de partida y de cómo transforma la realidad en formas, colores y paredes que cuentan historias.
Repasamos su recorrido, desde sus primeros pasos hasta cómo se enfrenta hoy a un mural. Y nos colamos en su proceso creativo: cómo surge una idea, cómo evoluciona y cómo la lleva a cabo hasta cerrar cada obra.
Gracias a nuestros hosts María Albillos y Jacobo Vázquez, y a todo el equipazo de Radio Button 💚
Margarete Schütte-Lihotzky
Y hablando de habitar los espacios, pocas figuras han reflexionado tanto sobre cómo se vive una casa como Margarete Schütte-Lihotzky (1897–2000), la primera arquitecta titulada de Austria. Comprometida políticamente y volcada en la mejora de las condiciones de vida, dedicó gran parte de su carrera al diseño de viviendas sociales, escuelas y guarderías con un enfoque funcional y profundamente humano.
En 1926 ideó la Cocina de Frankfurt, un hito del diseño moderno pensado para optimizar el trabajo doméstico. Observó, midió, entrevistó a amas de casa y aplicó una lógica casi quirúrgica a un espacio que, hasta entonces, nunca había sido cuestionado. Su cocina no era solo práctica: era una herramienta de emancipación cotidiana, concebida para que las mujeres pudieran recuperar tiempo y autonomía.
Su trayectoria estuvo marcada por el compromiso. Participó en la resistencia contra el nazismo, fue encarcelada durante cinco años y, tras la guerra, su afiliación comunista le cerró muchas puertas en Austria. Aun así, siguió trabajando, colaborando con organismos internacionales y defendiendo una arquitectura con conciencia social.
En un momento como el actual, donde la relación con nuestras casas ha cambiado tanto —y donde las mudanzas, los espacios de trabajo y el deseo de habitar mejor nos atraviesan de forma personal—, su figura resuena con fuerza. Grete entendía que una vivienda no es solo un refugio: es una herramienta que puede liberar o restringir, un lugar donde se juega parte de nuestra identidad y nuestras posibilidades. “Se puede matar a una persona con un hacha o con un apartamento”, escribió.
✨ Izan recomienda
Esta semana, nuestro compañera nos trae:
(LA)HORDE: Colectivo fundado en 2013 por Marine Brutti, Jonathan Debrouwer y Arthur Harel. Desde 2019 dirigen el Ballet Nacional de Marsella cruzando disciplinas y abordando temas contemporáneos desde una mirada innovadora.
“National Letters” - Marek Nedelka: Creado por Marek Nedelka, National Letters fue el primer libro publicado por Letter Books. A través de Turquía, Israel, Georgia y Etiopía, explora cómo la escritura y el lenguaje influyeron en el desarrollo y formación de estas naciones.
Robert Mapplethorpe: Artista y fotógrafo estadounidense que a través de sus retratos, naturalezas muertas y su provocadora visión, exploró sin censura el cuerpo masculino, el erotismo y la identidad queer. Si quieres indagar un poquito más te recomiendo; “Midnight Cowboy” de John Schlesinger y por supuesto, "Just Kids" de Patti Smith.